Un toque de felicidad para aquel momento especial
que en una grandiosa mesa se hace esperar,
aquel ansiado patrimonio que mi paladar anhela sin sesar
cautivando al mas voraz consumidor y dejandole sin hablar.
Preparado por manos peruanas de gran prestigio,
arranca sonrisas y lagrimas,haciendo del momento un festín eterno,
acompañado de elogios y bellas palabras que no se hacen esperar.
Y es que aquel manjar de los Dioses llamado ceviche peruano,
va mas alla de ser solo un plato tipico,
es una muestra cariñosa de lo que es el Perú,
una tierra rica en todos los sentidos.
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